Die, de Kieron Gillen, es como una mezcla de Dragones y Mazmorras con Jumanji. En 1991, seis amigos, Solomon, Dominic, Matt, Angela, Chuck e Isabelle, se reúnen para jugar a un juego de rol. Solomon, el maestro de juego designado, les revela que ha creado un nuevo juego para ellos. Todos crean sus personajes y eligen un dado. De repente, están dentro del juego. Dos años después, sólo cinco de ellos regresan.
Avancemos otros 25 años, es el cumpleaños de Dominic y recibe un regalo misterioso: un maldito dado de veinte caras, el dado de Solomon. Reúne a los demás para discutir lo que significa, pero cuando la caja se abre en su presencia se encuentran con que son absorbidos de nuevo por el juego.
Este mundo de fantasía ha cambiado en su ausencia, Solomon, que se había quedado atrás, es ahora el gobernante después de una larga guerra y los ha convocado de nuevo para terminar el juego que empezaron hace tantos años.
Esta es una serie de cómics increíble con una premisa tan intrigante. Hay giros y revelaciones que me hicieron pasar la página con avidez. Leí los tres volúmenes disponibles en dos días. No sé casi nada de Dragones y Mazmorras, y aunque tuve que buscar el significado de algunas frases, disfruté enormemente de este título.
El trabajo artístico de Stephanie Hans es absolutamente precioso.
