¿Zapatos para correr? Sí. ¿Sudadera informal con capucha? Comprobado. ¿Una riñonera con un cuchillo de hueso especial para matar monstruos horribles? Comprobado. Hora de ir a trabajar.
Bubble es una novela gráfica de ciencia ficción maravillosamente divertida y conmovedora que parodia la economía del trabajo hasta un extremo interplanetario. Dentro de la burbuja de Fairhaven, controlada por las corporaciones, los ciudadanos llevan una vida consumista y sencilla, tratando de llegar a fin de mes y distraerse. Más allá de las paredes de la cúpula está el salvaje Brush, lleno de plantas peligrosas, animales mortales y gente que no quiere que sus vidas sean gestionadas por una empresa. Morgan es una Brush-baby, ya que nació fuera de la cúpula, pero ahora trabaja como gestora de medios sociales productivos para la empresa que dirige Fairhaven. Cuando su jefe le presenta la aplicación para matar monstruos Huntr, Morgan se ve arrastrada a una aventura de matar criaturas, tener amigos (raro, ¿verdad?) y averiguar qué ha estado haciendo su padre desde que se fue de casa.
Una advertencia: Bubble es un cómic para adultos. Los personajes hablan y bromean sobre sexo, mucho. Gran parte de la fuerza cómica del cómic proviene de las actitudes irreverentes ante situaciones serias, como discutir los especiales de las cadenas de restaurantes mientras luchan por sus vidas. El arte es maravillosamente complementario, con expresiones elásticas que siguen el ritmo del diálogo y una estética unificada que hace que los personajes y los monstruos parezcan pertenecer al mismo mundo.
No he escuchado el podcast (del mismo nombre) en el que se basa Bubble, así que no puedo dar fe de la exactitud de la adaptación de la novela gráfica, pero puedo decir que me pareció una historia satisfactoria. Espero sinceramente que haya más contenido de Bubble en el horizonte.