La agente literaria Nora sabe mejor que nadie que los arquetipos de personajes pueden encontrarse en la vida real: ella es la encarnación de la mujer de carrera arreglada a la que el protagonista masculino abandona tras conocer a su verdadero amor en un pueblo pequeño. Pero no entiende el atractivo de "aflojar" o "bajar el ritmo para disfrutar de la vida" cuando puede trabajar duro para los autores que representa y ayudar a cuidar de su hermana Libby y de la familia de ésta. Ha renunciado a ser la heroína de su propia historia de amor cuando Libby la convence para que se vaya de vacaciones con ella a un extravagante pueblecito. Mientras Libby está decidida a hacer todas las cosas estereotipadas que la gente de las novelas románticas hace en los pueblos pequeños (llevar franela, tener un encuentro con el leñador local, salvar un negocio local), Nora sólo intenta evitar desmoronarse y averiguar por qué este viaje es tan importante para Libby. Lo último que espera es encontrar a Charlie, su némesis profesional, dirigiendo la librería local para ayudar a su familia. Sus interacciones comienzan con antagonismo, pero pronto encuentran en el otro un espíritu afín y lo que comenzó como antipatía se convierte en amistad, luego en amor. Pero la vida real nunca es tan sencilla como pretenden las novelas románticas, y tienen que enfrentarse al hecho de que las circunstancias pueden separarlos. Este libro profundiza en las formas en que las personas afrontan los traumas y el dolor, y en cómo encontrar la forma de ser uno mismo sin defraudar a las personas que uno quiere. Un libro dulce y perspicaz sobre los amantes de los libros que todos los amantes de los libros disfrutarán.
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