A la mayoría de la gente le asustan los fantasmas que viven en su casa, pero Margaret no es como la mayoría. Es paciente, conoce las reglas y no va a permitir que un pequeño grito incorpóreo la eche de la casa de sus sueños. Claro que algunos fantasmas muerden, y sí, las paredes sangran horriblemente cada septiembre, pero ella ha esperado toda su vida para tener una casa como ésta. Pero ahora su marido ha desaparecido, y su hija viene a buscarlo, en pleno septiembre, el peor mes del año. No sabe cómo, pero Margaret tendrá que ocultarle a su hija que su casa está encantada. No se moverá de su casa, aunque eso la mate.
"La casa de septiembre" es una lectura hilarante, oscura y sorprendentemente profunda sobre una mujer que recupera su poder tras una vida en la que se ha sometido a los caprichos de los demás. El concepto de un personaje principal que sabe que la casa está encantada y decide quedarse y trabajar con o alrededor de los fantasmas da un giro interesante a la tradicional historia de la casa encantada. Margaret no tiene miedo de su casa, en su mayor parte, y trabaja para encontrar la alegría incluso en las circunstancias más difíciles y para mantenerse firme incluso cuando todo el mundo a su alrededor trabaja en su contra. Las relaciones interpersonales entre Margaret, su marido y su hija son también una parte fascinante e integral de la historia que se trabaja magistralmente en las reacciones de Margaret y la comprensión de la casa y el mundo en que vive. Divertida, espeluznante y significativa a partes iguales, "La casa de septiembre" es una lectura obligada para todos los amantes de las viejas aventuras en casas encantadas.