Kara, alias Zanahoria, se encuentra divorciada y sin dinero a los treinta años. En lugar de volver a casa de su madre, donde la relación es tensa, se va a vivir con su tío Earl a su querido Museo de las Maravillas, una colección de objetos extraños y animales taxidermiados conservada durante muchos años. Es entonces cuando se abre un portal a un mundo inquietante y extraño.
Este libro empezó de forma muy atractiva y desde el principio me interesé por los personajes. Había mucho diálogo sarcástico y humor entre Kara y su amigo y vecino, Simon. Luego se volvió espeluznante y me sentí realmente asustada y con una sensación de terror. Me costó suspender la incredulidad, pero lo más probable es que ese sea mi problema. Entiendo que parte del terror consiste en vivir a través de los personajes que hacen cosas que uno normalmente no haría, pero no pude superar la implacable mala toma de decisiones de Kara y Simon, que les llevó a explorar el portal en lugar de huir en dirección contraria. Además, el giro era muy obvio y me costó creer que no pudieran verlo. El clímax al final, para mí, fue emocionante y más tonto que aterrador.
Esta novela es ideal para quienes disfrutan con el horror cósmico, el horror corporal y los escenarios espeluznantes. También sería ideal para aquellos a los que les guste la escritura atractiva y que no se opongan a un poco de humor con su horror.
Puedes consultar el libro aquí o el ebook a través de Overdrive o la app Libby.
