Después de haber leído El Alquimista de Paulo Coelho, me sentí obligado a leer su último libro El Arquero. Al igual que con El Alquimista, la escritura de Coelho se esfuerza por inspirar al lector, en este caso, a través de la metáfora de la práctica del tiro con arco.
La historia comienza con un extranjero que busca a Tetsuya, conocido como el arquero más dotado del país. Sin embargo, Tetsuya se ha retirado y vive en un pueblo remoto como carpintero. Al encontrarlo, gracias a la ayuda de un chico del pueblo, el extranjero consigue desafiar a Tetsuya para ver quién es realmente un maestro con el arco y la flecha. Cuando no consigue dar en la diana porque las circunstancias son diferentes a las que estaba acostumbrado, el extranjero se marcha decepcionado. Sin embargo, el chico del pueblo queda impresionado con lo que ha visto hacer a Tetsuya y le pide que le entrene.
Mientras caminan de vuelta a casa, Tetsuya comparte con el chico rápidas lecciones, pero no son exactamente consejos y trucos sobre cómo sostener un arco y una flecha. Más bien, le ofrece consejos sobre cómo enfocar mentalmente la práctica del tiro con arco. Por encima de todo, las lecciones son que nunca dejes de perseguir tu objetivo, que tengas valor y que aceptes tus fracasos. Es a través de estos esfuerzos que mejorará en su práctica y construirá una vida significativa. Siguiendo sus consejos, el niño -y el lector- pueden llegar a dominar el tiro con arco, así como cualquier otra actividad.
La historia es corta, y si necesitas una lectura rápida por la tarde para animarte a emprender un nuevo reto, este podría ser el libro para ti. Encontrarás un enlace para encontrar una copia de este libro en inglés haciendo clic en la flecha del recuadro morado de arriba, pero si, como yo, quieres probar la versión en español, puedes encontrar un enlace a la copia de la Biblioteca aquí.
