| Los hermanos Kaylee y Kevin son niños normales, que viven con su padre soltero. Pero cuando una noche se despiertan y descubren que no hay puertas ni ventanas en su casa y que su padre ha desaparecido, los dos luchan por pasar la noche solos mientras la fuerza que manipula su hogar empieza a jugar con ellos juegos cada vez más extraños y mortales. Soy un gran fan de las películas de terror paranormal al estilo found footage. Cuanto más extraño, mejor, y Skinamarink es definitivamente extraña. Se trata de una película experimental ambientada en una pequeña casa con personajes a los que nunca llegamos a ver la cara. Para empeorar las cosas (o mejorarlas, según se mire), toda la historia se centra en dos niños pequeños, por lo que el miedo y la confusión que uno siente se ven agravados por la inocencia de los protagonistas. La película te hace temer lo que va a pasar jugando con los miedos infantiles que todos tenemos: Estar solo, la oscuridad, el monstruo en el armario o debajo de la cama. Si quieres pasar miedo de una forma extraña pero también familiar, ésta es sin duda tu película. |