Mallory Greenleaf abandonó el ajedrez para siempre a los 14 años después de que destruyera a su familia. Ahora, cuatro años después, acepta a regañadientes competir en un torneo benéfico con su mejor amiga. Resulta que en ese torneo vence al actual campeón del mundo, Nolan Sawyer, y sorprende a todo el mundo. Entonces le ofrecen una beca en un club de ajedrez donde le pagarán por jugar durante un año, pero ella se niega en redondo... hasta que pierde su trabajo y la beca es la única forma de conseguir dinero suficiente para cuidar de su madre y sus hermanas.
Decidida a tratar el ajedrez como un trabajo y a no dejarse arrastrar de nuevo, se esfuerza por no pensar en él fuera de sus horas en el club, pero fracasa estrepitosamente. Tampoco consigue no pensar en lo guapo que es Nolan y en cómo la mira.
Me gustó mucho este debut de Ali Hazelwood(La hipótesis del amor) y antes de leerlo no tenía ni idea de lo... INTENSO... que es el mundo del ajedrez. Al igual que las otras protagonistas femeninas de Hazelwood en sus novelas para adultos, Mallory es inteligente, ingeniosa, mordazmente divertida, encantadora y no le hace ascos a nadie. El debate sobre el sexismo y la discriminación de género en el ajedrez está bien tratado y es de agradecer.
Aunque se trata de una novela juvenil, la recomendaría a adolescentes mayores y lectores maduros. Mallory tiene 18 años y Nolan 20. No hay escenas explícitas, aunque hay muchas implícitas, y Mallory es muy positiva en cuanto al sexo y no tiene reparos en hablar de sus aventuras con hombres y mujeres.
